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domingo, 29 de julio de 2018

El nosOtros: Una Idea hegeliana para cambiar la forma ideológica de la empresa

Varios son los aportes de la obra "Capitalismo & Empresa, hacia una revolución del NosOtros", de Ricardo Espinoza Lolas, entre los cuales está el resurgimiento de la Idea hegeliana para pensar el Chile actual, abriendo un punto de vista del análisis del proceso capitalista a la chilena, que encuentra una línea de sintonía con la genealogía descrita en los años noventa por Tomás Moulian al repasar la anatomía del mito sobre  las dinámicas capitalistas y marco institucional pinochetista, gremialista-conservador y friedmaniano que se instaló en la dictadura militar y que se profundizó con el modelo democrático protegido que se propagó en la última década del siglo XXI.
Según el filósofo chileno un punto de partida relevante es considerar la relación entre Estado y empresa ha destruido el "tejido del espíritu del chileno", particularmente en el tipo de relaciones sociales e históricas que identifica la vida en comunidad, lo que ha llevado a la disipación de la conciencia la conciencia de la pobreza espiritual en las individualidades, develando el tipo de relación entre el yo y este capitalismo criollo, que también tiene ribetes globales.
"Chile destruyó su sociedad, la hizo añicos y la atomizó al extremo; miles de sujetos disociados de su "universal (enfermos y para ser tratados en gran clínica terapéutica psicoanalítica). Muchos chilenos querían (y quieren) ser todos ricos, exitosos, emprendedores y ser reconocidos como tales en el mercado-mundo del valor de cambio (si no aparecen en ese mercado y no se transan como valor son unos pobres y patéticos humanos perdedores); y, en todo esto, se ha hecho un atajo nefasto y perverso, pues se han eliminado años de desarrollo social y republicano del país", indica.
Este fetichismo de la subjetividad, en términos baumanianos, se sostiene sobre los escombros de la destrucción provocada por los dispositivos institucionales sembrados por el zeitgeist dictatorial: la pulsión repetitiva de un modelo internalizado de trabajo y de ilusión de emprenditorialidad en forma de embudo, las cuales son parte de lo que el autor llama la "ideología del yo".
Este concepto es entendido como una subjetivación ideológica que se ha construido a partir del hiperideologizado principio de la anti política instalado por el discurso dictatorial, que redujo el espacio político de participación en lo público a los "señores políticos" y que el liberalismo que opera en el país trata de continuar con la idea de que el alfa y omega de estos "señores" y el diseño de sus políticas públicas no sería más que la incesante búsqueda de un botín que se obtiene a cuesta de nuestros intereses individuales. El capitalismo chileno entonces opera con el principio liberal de la escuela austriaca que se instaló en un marco dictatorial, lo que en algunos sectores e individuos funciona como una estructura lógica que entiende a la acción humana como una expresión autoritaria.
La inmediatez es una de las características de esta construcción ideológica, con la cual también se ha levantado una cierta lógica de hacer empresa bajo el compás de una militarización en un sentido amplio, comprendida como un sometimiento, una sujeción disciplinaria, donde la técnica juega un papel esencial en el sentido de ser un método repetitivo de conductas de búsqueda incesante de apropiación, dominio y acumulación, en un proceso de movimientos vitales frenéticos, neurotizados, dando poco espacio al detenimiento reflexivo, ya sea en la circulación de la producción, trabajo, consumo, ocio direccionado y los propios cosmos de información que van generando.
"Tal construcción se va diseñando desde una Idea que nos "dice" por dónde ir, pero tal diseño, como señalamos, es técnico y acontece, la mayoría de las veces, sin voluntad alguna individual concreta, sino simplemente de modo inconsciente, aleatorio, casual, etc.", sostiene Espinoza Lolas. Tal tecnicidad se construye, se materializa y adquiere los ropajes naturistas, se disfraza de espontaneidad en nuestra subjetivización..
La naturalización inmediata del yo es posible superarla, según el filósofo chileno, en el nosOtros, entendido como una instancia de diferenciación, de heterogeneidad; no en la posesión material de riqueza ni el la percepción que tienen los demás de uno mismo, sino que en el respeto a la diferenciación del ser de cada uno en sus propias potencialidades y realidades. El nosOtros está dentro del acontecimiento de la Idea hegeliana.
Y aquí es donde el autor se centra en una Idea para la forma de hacer empresa en Chile, pues su análisis considera la arraigada que está la concepción de la empresa militarizada  y hacendal, por lo que llama a un rediseño enfocado hacia lo cooperativo, incorporando al tejido social en el cual sus actividades se desenvuelven. "Haciendo buena riqueza, la empresa deja de ser un mero elemento capitalista de extracción familiar para formalmente convertirse en un elemento de desarrollo de los valores republicanos de una nación, por ejemplo, como la de muchos países", afirma. Este cambio supone que la ciudadanía deba mediar la inmediatez ideológica de la connivencia empresa-Estado.
La Idea de empresa que involucre el nosOtros es una "ideología de lo abierto", configurada con lógicas de cooperación y colaboración, que sea funcional al tejido social e histórico con el que se interacciona. Para ello también es imprescindible que la Idea se traslade al Estado para generar un cambio en su lógica de acción.
El ejercicio que realiza Espinoza Lolas es abordar el concepto de lo finito en Hegel, entendido como un movimiento que niega su negación, abriendo las posibilidades de ser infinito: "Lo podemos decir de esta manera, que en la finitud radica ya la salida a un más allá, a un "fuera de", sino que es una salida en el dinamismo de la propia finitud con toda la negatividad que esto lleva dentro de sí". Esta lectura hegeliana implica que el no se transforma en un sí, a partir de lo cual -para el autor- se puede transformar el mundo y el Estado.
La Idea, explica, es entender lo material de forma lógica y no empírica para transformar la realidad construida."El pensamiento de Hegel nos trae una concepción de los caracteres lógicos en la materialidad misma de la realidad (lo que se llama Teoría Crítica); y son estos caracteres los que son transformadores del estado ideologizado inmediato en el que se está siendo; la chatura en la que se vive(...) Así, por ejemplo, el estado inmediato en el que se es empresario está coaptado por el capital; bueno, esto mismo, que parece imposible de cambiar, puede ser transformado con institucionalidad, visión de país, con Ideas. Hasta la empresa hacendal chilena no es meramente "en sí", sino que es histórica y dentro de una cotidianeidad que se expresa día a día".
La finitud en torno a la empresa plantea superar la estructura subjetivizante del capitalismo chileno con raíces histórico-culturales de hacienda que constituye nuestro mundo, nuestro estado de cosas; un nosotros sin conciencia de los otros. El planteamiento es pensar en una Idea-empresa del NosOtros, sin definiciones estandarizadas que después son usados por todo el mundo de la empresa y el Estado. La Idea significa repensar una empresa cooperativa y colaborativa que tenga una real conciencia del aporte que realiza en el tejido social e histórico en que se emplaza, donde se abandona el desdén de las miradas sociológicas y antropológica por parte de la lógica empresarial actual. Se trata de una meta productividad que sale de las puertas de la empresa.
"Lo fundamental es poder romper esa representación inmediata, "en sí", de la empresa, en general, y de la chilena hacendal en particular. Si nos volvemos "reflexivos" podemos levantarnos entre todos con un diseño más humano de lo que queremos como empresa, en una sociedad que precisamente hoy demanda alta calidad profesional y requiere soluciones integrales a sus problemas ya endémicos", afirma Espinoza Lolas.
No se trata de acabar con la empresa, como señala el discurso propagandista para no ejercer cambios, sino de un rediseño reflexivo desde el punto de vista hegeliano, o sea de interiorización que supera la inmediatez de la finitud limitante. Eso implica el reconocimiento de las diferencias, salir de la sujeción a las categorías abstractas desde la empresa hacia afuera, reconcientizarse con la sociedad y sus distintas formas de vida. "Y esto es el verdadero desarrollo que debe mover a cualquier país medianamente claro en la Idea que se ha dado de sí mismo, esto es, una Idea que emerge desde y por la sociedad", concluye el filósofo chileno
El cambio paradigmático de la empresa en Chile pasa por dejar la finitud de una subjetivización. En nosOtros supone la Idea de saber la razones por las cuales ejercemos nuestros actos, es un proceso de reflexión de unos con otros, tendiente a crear nuevas formas de gobernanza en la empresa, con una ideología más amplia, abierta a la permanente circulación de poder y contra poder. El NosOtros no suprime las tensiones, sino que apunta a cohesionarlas. Surge como la opción un paso más allá de la actual finitud de la construcción ideológica en que nos hemos atrapado, por lo que debe ser otra forma de estar en el mundo desde un yo menos zombificado al momento de interactuar con los demás.

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